Mi segundo hijo, mi pequeño bandido

20/10/15

 
 
 
Desde que llego  Fabri, mi gordo bello, mi segundo hijo, todo cambio en casa.

Siempre escuche decir que el segundo hijo es mas inquieto, pero no pensé que iba a ser así
.

Desde el embarazo mi terremotito se movía un montón, sufría unas contracciones bárbaras, no me dejaba trabajar tranquila.

Hice de todo para que mi pequeño estuviera tranquilo, escuchábamos música clásica, leíamos, y que creen que pasaba mi gordo bello, nunca dejaba de moverse.
Internada por emergencia tres veces, dos amenazas de aborto, a los 7 meses mi pequeño quiso nacer, a los 9 meses cuando ya le tocaba nacer, que creen que paso, Fabri ya no quería nacer.
Desde ese momento ya sabia lo que se me venia, como llevas tu embarazo tiene mucho que ver con la personalidad de tu pequeño, creencia de las abuelitas, tal vez, pero conmigo si coincidió.



Fernando ( mi hijo mayor) siempre fue un niño tranquilo, buenito... Como dice mi mama ( parece hijo de la vejez). Pero de tan buenito también cuesta ponerle limites.. ,... y la paz que reinaba en nuestro hogar se terminó cuando llego Fabrizzio, el es el  revoltoso de la familia, muy inquieto y tiene una personalidad muy definida ósea que es muy difícil manejarla... pero de todas formas es un amor, es una ricura.

En realidad ahora que empezó a caminar  y ya no pide tanto upa , tengo otros problemitas, se agarra las plantas, golpea a Rocky (el perrito de la casa),se sube a la mesa, tira los juguetes por toda la sala, golpea a su hermano y Fernando llega un momento que se cansa y le sacude algún empujón.

Que puedo decir.... yo intento controlar la situación.... pero no dándoles todos los gustos, sinceramente me parece que ellos son muy lindos y cuando te descuidas fuiste.
Fernando tuvo una época en la que estuvo más difícil y lo que hacía era negociar, pero insisto no tenía el carácter de Fabri, y la verdad que no se como me tendré que manejar con el ya que se le  nota con muuuuchoooooo más carácter que el hermano.



Ahora díganme quien puede poner limites con mano firme?
Es bien difícil.. y pasa por pensar que estamos educando, criando y formando... pero.. no te pasa que por momentos lo ves como un osito de peluche y no puedes dejar de besarlo.
Acto seguido tu pequeño se aprovecha y "se endiabla", y empieza el berrinche.
Son mucho mas inteligentes, hábiles y perceptivos de lo que podemos pensar...

Yo intento tener en claro y siempre presente que es una relación DINAMICA.. o sea.. ellos crecen y si yo no crezco como mama junto con ellos. Estoy frita.. automáticamente empiezan los inconvenientes, líos, caprichos, desplantes.. etc...

Encontré por internet muchos conceptos sobre la paciencia, la bendita paciencia que necesito para calmar mi furia y no tirar por la ventana a mi gordo cuando me hace cada travesura ( bromita, no vayan a creer que de verdad lo voy a tirar por ahí, aunque ganas no me faltan ,jajaja),  este a sido el que mas me agrado:

La paciencia me parece una cualidad fundamental para todas las personas con responsabilidades educativas. Se suele definir como la capacidad de saber esperar sin alterarse. La prisa, querer hacer muchas actividades, la competitividad, la intolerancia o pretender que los hijos se adecúen a nuestro modelo, suelen activar la impaciencia y el estrés.
Tener una actitud paciente no está en contradicción con poner límites adecuados, ni tampoco hay que identificarla con inactividad o pasotismo. Conviene no confundirla con “aguantar”, pues cuando aguantamos sucede que no aceptarnos determinadas conductas de los hijos e hijas y nos vamos “cargando” hasta que “explotamos” y acabamos en drama.
Para no impacientarse es primordial que los padres comprendamos que, aunque los hijos vienen a través de nosotros, ellos necesitan hacer su propio proceso; son criaturas con intereses, ritmos, capacidades diferentes... A veces podemos comprobar que los problemas no están en los niños sino en los padres que volcamos en ellos las propias insatisfacciones, miedos o frustraciones. Se requiere aceptar y querer a los hijos de manera incondicional, cuidarles, orientarles y permitir que hagan su camino sin interferirles, salvo que detectemos riesgos.


Ahora díganme en el momento de la travesura de tu pequeño hijo, del terremotito de casa, donde esta la paciencia, yo solo digo, Sálvese quien pueda, Fabri esta en casa.

Mi segundo hijo, Mi Terremotito, mi pequeño bandido.





2 comentarios:

  1. Hola Ingrid: Yo también tengo dos hijos hombres, el mayor que tiene 11 años y mi Rodrigo que tiene 3 años, como verás se llevan 8 años de diferencia. Rodrigo también es un terremotito y a veces cansa a su hermano mayor, varias veces han terminado peleando, al inicio reprendía mucho al mayor, pero luego me di cuenta que también puedo y debo ponerle límites de Rodrigo, porque se da cuenta de todo y es muy hábil, muchas veces se ha aprovechado de ciertas situaciones, entonces noto que sin querer he hecho sentir mal a mi bebé mayor, quien tiene un corazón de oro y es súper bondadoso. Rodrigo es caprichoso, pero ahí vamos respirando y tratando de conseguir la saaaaannnta paciencia, pero ganas no faltan de agarrarlo y contrasuelearlo jajajajaja... no mentira... queda amar incondicionalmente y aprender con ellos el día a día. Saludos, Anggie

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Woww, estamos en las mismas, mi pequeño terremoto se aprovecha un montón de mi hijito mayor, y la verdad caí en las mismas, la mayoría de veces reniego con mi hijito mayor cuando molesta a su hermanito, cuando me doy cuenta les hablo a los dos, ellos entienden porque luego están abrazo y beso y es realmente hermoso ver como se adoran, peleando y todo ellos se aman, y es un amor del mejor. Gracias por tu opinión ya veo que no soy la única . Un beso.

      Eliminar