Me has hecho falta toda mi vida, te extraño papi

27/10/15



Mis padres se separaron hace mas de 22 años, el se fue dejándonos y su comportamiento en ese tiempo no fue el mas adecuado, sin embargo aprendí que no sirve de nada guardar rencor a alguien que ha sido muy especial, he aprendido que todos cometemos errores y que no debemos etiquetar a las personas por acciones que cometan en algún momento de su vida, es por eso que nunca permití que eso me alejara de mi padre, trataba de entender su situación y siempre estuve ahí para cuando el quisiera venir a hablar, hoy día mi padre ha aceptado que su manera de actuar no había sido la mejor, tiene una buena relación con mi madre.

Esto lo que escribí porque quiero decirte que me has hecho falta toda mi vida, lo que siempre temí más ha sido tu ausencia, la soledad, la falta de tí. Te he extrañado siempre. Me has privado de tu presencia casi desde que recuerdo. De mi infancia contigo, sólo tengo recuerdos vagos y los que tengo claros, no son del todo gratos.
Me hizo falta todo lo simple, lo cotidiano, que me llevaras al parque, que me acompañaras a andar en bici, que me enseñaras a patinar, a dibujar, que me cuidaras de lo malo y de los malos del mundo, que estuvieras más al pendiente de mi fuera de lo económico.
Esa ausencia ha quedado grabada en lo más hondo de mi ser, te he extrañado toda la vida, Toda la vida me has hecho falta.
Fue dificil perdonar que no fuéramos lo suficientemente importantes para tí, que siempre hubiera algo más que te mantuviera lejos, que los problemas con mamá terminaran en discuciones o en golpes, que mamá llorara tanto por ti; Fue muy difícil perdonar el trato que le diste a ella, fue muy difícil romper con el patrón de abuso que dejaste en mis hermanos y en mi.
A pesar de todo, acepto tu manera de ser, no comprendo tus motivos para obrar, no te comprendo a tí, pero te acepto como eres.
Lo que siempre te voy agradecer es tu responsabilidad haber dado los mejores años de tu vida, incluso haber abandonado algunos de tus sueños para que no nos faltara nada, ni a mi ni a mis hermanos.

 Ahora te quiero confesar que tu forma de ser tan dura conmigo, tan fría, tan falta de muestras de cariño y amor hacia mi, me hizo pasar de tenerte respeto a tenerte miedo, pienso que fuiste muy duro conmigo, me hubiera gustado recibir muchas veces un abrazo y una voz de aliento pero siempre encontraba una critica que poco a poco fue mermando mi autoconfianza, se que tu niñez no fue facil, tu tambien te merecias algo mejor, pero eso no fue culpa mia, ahora trato de entenderlo.
Tu fuiste maestro para muchos jovenes pero lo que yo necesita era un papa amoroso.

 Para mi mala suerte muchas de las cosas que no me gustaron de ti viven en mi, como tu manera de enfrentar los problemas o de no enfrentarlos mejor, de reaccionar con furia para tapar mi timidez o mis miedos, mis indesiciones ante la vida.

Ahora te veo feliz con mis hijos, tus nietos, se que vas a ser un excelente abuelo, todos aprendemos y mis pequeños son tu segunda oportunidad de ser papi otra vez.
Te amo mucho papi nunca dudes de eso, y ruego cada día porque todo te vaya muy bien ,  seas muy feliz; y nunca me cansare de decir que agradezco el tenerte a mi lado.


Mi segundo hijo, mi pequeño bandido

20/10/15

 
 
 
Desde que llego  Fabri, mi gordo bello, mi segundo hijo, todo cambio en casa.

Siempre escuche decir que el segundo hijo es mas inquieto, pero no pensé que iba a ser así
.

Desde el embarazo mi terremotito se movía un montón, sufría unas contracciones bárbaras, no me dejaba trabajar tranquila.

Hice de todo para que mi pequeño estuviera tranquilo, escuchábamos música clásica, leíamos, y que creen que pasaba mi gordo bello, nunca dejaba de moverse.
Internada por emergencia tres veces, dos amenazas de aborto, a los 7 meses mi pequeño quiso nacer, a los 9 meses cuando ya le tocaba nacer, que creen que paso, Fabri ya no quería nacer.
Desde ese momento ya sabia lo que se me venia, como llevas tu embarazo tiene mucho que ver con la personalidad de tu pequeño, creencia de las abuelitas, tal vez, pero conmigo si coincidió.



Fernando ( mi hijo mayor) siempre fue un niño tranquilo, buenito... Como dice mi mama ( parece hijo de la vejez). Pero de tan buenito también cuesta ponerle limites.. ,... y la paz que reinaba en nuestro hogar se terminó cuando llego Fabrizzio, el es el  revoltoso de la familia, muy inquieto y tiene una personalidad muy definida ósea que es muy difícil manejarla... pero de todas formas es un amor, es una ricura.

En realidad ahora que empezó a caminar  y ya no pide tanto upa , tengo otros problemitas, se agarra las plantas, golpea a Rocky (el perrito de la casa),se sube a la mesa, tira los juguetes por toda la sala, golpea a su hermano y Fernando llega un momento que se cansa y le sacude algún empujón.

Que puedo decir.... yo intento controlar la situación.... pero no dándoles todos los gustos, sinceramente me parece que ellos son muy lindos y cuando te descuidas fuiste.
Fernando tuvo una época en la que estuvo más difícil y lo que hacía era negociar, pero insisto no tenía el carácter de Fabri, y la verdad que no se como me tendré que manejar con el ya que se le  nota con muuuuchoooooo más carácter que el hermano.



Ahora díganme quien puede poner limites con mano firme?
Es bien difícil.. y pasa por pensar que estamos educando, criando y formando... pero.. no te pasa que por momentos lo ves como un osito de peluche y no puedes dejar de besarlo.
Acto seguido tu pequeño se aprovecha y "se endiabla", y empieza el berrinche.
Son mucho mas inteligentes, hábiles y perceptivos de lo que podemos pensar...

Yo intento tener en claro y siempre presente que es una relación DINAMICA.. o sea.. ellos crecen y si yo no crezco como mama junto con ellos. Estoy frita.. automáticamente empiezan los inconvenientes, líos, caprichos, desplantes.. etc...

Encontré por internet muchos conceptos sobre la paciencia, la bendita paciencia que necesito para calmar mi furia y no tirar por la ventana a mi gordo cuando me hace cada travesura ( bromita, no vayan a creer que de verdad lo voy a tirar por ahí, aunque ganas no me faltan ,jajaja),  este a sido el que mas me agrado:

La paciencia me parece una cualidad fundamental para todas las personas con responsabilidades educativas. Se suele definir como la capacidad de saber esperar sin alterarse. La prisa, querer hacer muchas actividades, la competitividad, la intolerancia o pretender que los hijos se adecúen a nuestro modelo, suelen activar la impaciencia y el estrés.
Tener una actitud paciente no está en contradicción con poner límites adecuados, ni tampoco hay que identificarla con inactividad o pasotismo. Conviene no confundirla con “aguantar”, pues cuando aguantamos sucede que no aceptarnos determinadas conductas de los hijos e hijas y nos vamos “cargando” hasta que “explotamos” y acabamos en drama.
Para no impacientarse es primordial que los padres comprendamos que, aunque los hijos vienen a través de nosotros, ellos necesitan hacer su propio proceso; son criaturas con intereses, ritmos, capacidades diferentes... A veces podemos comprobar que los problemas no están en los niños sino en los padres que volcamos en ellos las propias insatisfacciones, miedos o frustraciones. Se requiere aceptar y querer a los hijos de manera incondicional, cuidarles, orientarles y permitir que hagan su camino sin interferirles, salvo que detectemos riesgos.


Ahora díganme en el momento de la travesura de tu pequeño hijo, del terremotito de casa, donde esta la paciencia, yo solo digo, Sálvese quien pueda, Fabri esta en casa.

Mi segundo hijo, Mi Terremotito, mi pequeño bandido.